En la naturaleza no hay recompensas o castigos; hay consecuencias.
Tarde o temprano seguro que la naturaleza se vengará de todo lo que los hombres hagan en su contra.
La naturaleza no hace nada superfluo, nada inútil, y sabe sacar múltiples efectos de una sola causa.
La naturaleza nunca hace nada sin motivo.
No hay sol para los ciegos, ni tormenta para los sordos.
La tierra e nuestro refugio, ayudemos a protegerla y cuidarla ya que de ello depende el futuro de muchas generaciones.
La tierra no es herencia de nuestros padres sino préstamos de nuestros hijos.
Solo cuando el último árbol este muerto, el último río envenenado y el último pez atrapado, te darás cuenta que no puedes comer dinero.
La tierra proporciona lo suficiente para satisfacer las necesidades de cada hombre, pero no la codicia de cada hombre.
No tendremos una sociedad si destruimos el medio ambiente.
Todos podemos colaborar como instrumentos de Dios para cuidar la creación cada uno desde su cultura,
su experiencia, sus iniciativas y también sus capacidades.
Consejos del Papa Francisco I para cuidar el medio ambiente:
- Abrigarse más y evitar prender la calefacción.
- Evitar el uso de plástico y papel
- Reducir el consumo de agua
- Separar los residuos
- Cocinar solo lo que se podrá comer.
- Tratar con cuidado a los demás seres vivos.
- Utilizar transporte público o compartir un mismo vehículo entre varias personas.
- Plantar árboles.
- Apagar las luces innecesarias.
- Dar gracias a Dios antes y después de las comidas.