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FRASES CÉLEBRES

Cuando un médico recomienda a un enfermo que cambie de aires es que no sabe qué hacer con él.
El 30 por 100 de los alimentos que consumimos nos mantiene vivos; con el 70 por 100, se mantienen vivos los médicos.

La libertad y la salud se asemejan: su verdadero valor se conoce cuando nos faltan.

Vive en esta vecindad
cierto médico poeta,
que al fin de cada receta
pone Mata y es de verdad.

La medicina es un arte conjetural que casi carece de reglas.

Cuatro cosas es necesario extinguir en su principio: las deudas, el fuego, los enemigos y la enfermedad.

La primera riqueza es la salud.

FRASES CÉLEBRES

Libertad. Loada de sabios, deseada de muchos y cantada de poetas, para cuya estimación todo el oro y las riquezas de la tierra es poco precio.

Lo bueno que tiene la libertad es que permite decir lo malo que no es disfrutar de ella.

De todos los bienes que pueda perder un pueblo, ninguno como el de la libertad.

La libertad no hace felices a los hombres; los hace, sencillamente, hombres.

Mientras el Estado exista, no habrá libertad, cuando reine la libertad, ya no habrá estado.

Solamente es igual a otro aquel que lo demuestra, y solamente es digno de libertad aquel que sabe conquistarla.

El hombre libre es el que no teme ir hasta el final de su pensamiento.

FRASES CÉLEBRES

Solo hay un bien: el conocimiento. Solo hay un mal: la ignorancia.

¡Ay de mí que ni siquiera sé lo que no se!

La enfermedad del ignorante es ignorar su propia ignorancia.

Con la ignorancia armonizan bien los errores.

El ignorante afirma, el sabio duda y reflexiona.

Un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción.

Todo aquel que no sabe, aunque sea señor y príncipe, puede y debe entrar en el número del vulgo.