Sin embargo esa es la ley de la vida, que el pasado no sea un lastre que te impida seguir adelante, porque cuando escalas una montaña y llegas a la cúspide te das cuentas que hay nuevas cimas más altas por conquistar, esa es la vida llena de problemas, equivocaciones y experiencias que te marcan.
Aunque caiga el sol sigamos soñando y luchando con alma y corazón, al fin y al cabo lo que está en frente o detrás de nosotros no se compara con lo que Dios puso en nuestro interior, hoy más que nunca sé que el sol brillará mañana.