En verdad os digo que el que menos tiene es el más libre, bendita sea la pequeña pobreza.
La pobreza de bienes es fácilmente remediable mas la del alma es irreparable.
Los ricos que no saben usar de sus riquezas son de una pobreza incurable, porque es pobreza de espíritu.
La pobreza no la hizo Dios, la hacemos tú y yo cuando no compartimos lo que tenemos.
A veces pensamos que la pobreza es solo tener hambre, frío y sin hogar. La pobreza de no ser reconocido, amado y protegido, es la mayor pobreza. Debemos comenzar en nuestros propios hogares a remediar esta clase de pobreza.
Aumento de comodidades materiales, puede ser generalmente establecido, no en modo alguno conducen al crecimiento moral.
El capital como tal no es malo, es su mal uso lo que es malo. Siempre se necesitará capital de una forma u otra.
La pobreza no debe ser vista por nosotros como una humillación y menos aún como una posición de honor o una fatalidad.
La pobreza no es inevitable, se trata de una enfermedad humana que podemos luchar si decidimos hacerlo juntos.