No hacen el periódico sus redactores, sino sus abonados.
La televisión ha vuelto a traer el asesinato a las casas, es decir, donde pertenece.
La televisión ha hecho mucho por la psiquiatría:
no solo ha difundido su existencia, sino que ha contribuido a hacerla necesaria.
Ver un asesinato por televisión puede ayudarnos a descargar los propios sentimientos de odio.
Si no se tienen sentimientos de odio, podrán obtenerse en el intervalo publicitario.
Donde funciona un televisor hay alguien que no está leyendo.
Donde la prensa es libre y todo hombre es capaz de leer, todo está salvado.
Ninguna prueba, ninguna rectificación ni desmentido puede anular el efecto de una publicidad bien hecha.
La televisión ha demostrado que los seres humanos están dispuestos a mirar cualquier cosa antes que mirarse unos a otros.
En mi opinión la televisión es muy educativa.
Cada vez que alguien enciende el aparato, me voy a otra habitación y me pongo a leer un libro.
Un buen periódico es una nación hablándose a sí misma.
El cañón mató al feudalismo; la tinta matará a la sociedad moderna.
La televisión es el único somnífero que se toma por los ojos.
El periodismo mata la literatura.
La prensa es una boca forzada a estar siempre abierta y a hablar siempre.
Por eso, no es de extrañar que diga muchas más cosas de las necesarias,
y que a veces divague y se desborde.